domingo, 12 de septiembre de 2010

Amaneciendo la ciudad

   El sol por el este, no sabemos donde está hasta que asoma y lo ubicamos; cuando vemos un color diferente, porque es lo único que vemos en la salida del sol de la ciudad. El color. El color que no es azul, que aclarece el color de la noche a el suave azul del sol. El amanecer, el cambio de color.

   En el centro, lo tapa el edificio, y el club allá, y la antena de cable, el humo de la fabrica, la chimenea. Entonces, lo único que vemos, es el color entre el vapor de la ciudad, solo sabemos que algo esta cambiando allá arriba, y podemos distinguir un poco entre los cables electrificados. Pero ¿Y que? Estoy más que bien acompañada, cubierta del frío con su abrigo, hablando de la vida, que aunque por momentos pensemos que no queda más vida natural, todavía existe, pequeñas plantas florecen. Lindas, verdes. De color. Como vos.

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