viernes, 17 de diciembre de 2010

jai

Aveces siento que soy como la mitad, como algo que nunca termina de ser, o de crecer. No me siento alguien completo, tal vez todavía, tal vez tenga que esperar.
El otro día me puse a pensar que la vida era tal cual una película, va avanzando, da saltos que uno no se puede imaginar, y luego llega al final, donde todo lo que pasó antes cobra sentido. Si viéramos la película una vez, y luego otra, a la segunda todo se entendería mejor y sabríamos como sigue. Si viviéramos la segunda vez, ya sabríamos que cosas cambiar para tener una mejor vida, y terminarla bien.
Pero hay que imaginar que esta, es la primera. Y nos podemos equivocar, pensando que luego vamos a tener otra oportunidad.
Y así, al final vamos a llegar bien, habiendo tenido una primera experiencia con todo, y sin arrepentirnos de haberla vivido con muchos errores, problemas, travesuras, y felicidades, además de tristezas. No nos arrepentiríamos, aún si nos enteráramos que no habrá otra vida.

Porque entonces sin errores, la segunda vida, no estaría vivida.

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