miércoles, 21 de julio de 2010

Una triste historia de amor.

Él sostenía su cuerpo en un abrazo.
Ella sonreía ante sus brazos.
Él la amaba más que a nada;
la ama.
Ella moría sin su boca y su piel, las de él.
Juntos caminaban. Juntos se amaban. Nunca se separaban.
Tiempo: pretérito
¿Porqué?: El día en que los dos lloraron lagrimas de dolor, se estrecharon, se besaron, con mas fuerza que nunca; quisieron quedar detenidos en el tiempo por un segundo eterno...
Cuando el camión llegó, vació la casa.
Él, acariciando sus labios con los de ella, no como si fuera la ultima vez; como si fuera la primera.
Entonces ella ascendió al auto, cerro la puerta con tristeza, y lo vio por ultima vez. Lo dejó, sangrando, recostado en el suelo helado de un día de invierno, lluvioso. Allí se quedo.
Nunca habría nadie más en la vida, que pudiera rescatarlo.
Ella se había ido.


AyF

domingo, 18 de julio de 2010

El ojo del caballo .


Vivía en un pueblo cuyo nombre desconocía. Bueno, ¿Como podría reconocer algo que estaba escrito sin saber leer? En fin, el animal de vestido mostraba una sonrisa diaria, cada vez que nos encontrábamos. Me caía bien. Era un animal realmente extraño; jamás pude ver su piel, excepto su cara. No se porqué se cubría.
Hablaba raro, y caminaba con dos de sus patas; con las otras me acariciaba, eso me gustaba. Yo al principio me alejaba de él; era lógico que no me llevara bien con lo mas extraño que hubiera visto nunca, y parecía querer matarme. Tardé algo de tiempo en tomarle confianza. Cuando lo logre, también pude darme cuenta de donde me encontraba. Estaba atrapado en un lugar de tierra rodeado por vallas blancas, estuve estancado ahí desde la primera vez que vi al animal extraño. No me acuerdo como llegue a ese lugar.
Unos días después de que entre en confianza con él, el animal trajo algo en las patas con las que me acariciaba. Era largo y fino, me recordó a las serpientes, pero áspera. Cuando se acerco a mi con eso, dudé de él otra vez, ¿Estaría jugando conmigo? Eché mi cabeza para atrás, pero él paso su brazo sosteniendome y me acercó a la serpiente sin vida. No tenía idea de lo que podría hacerme con eso, tuve miedo otra vez. El animal paso la liana por mi cuello y mi hocico, la sujeto fuerte hasta que dolió. Cuando estuve sujetado, él avanzó hasta mi lomo; recorió con su mano todo su contorno hasta llegar a tocar el otro lado, el miedo me aferraba al suelo y me impedia moverme; él no parecía darse cuenta; se ocupaba de su trabajo. Sentí una tensión y tarde en darme cuenta que ahora estaba ensima mio, sosteniendo fuerte las riendas que esclavizaban. Ya no encontraba sentido a la palabra libertad. Por el extraño animal. Mi cabeza, ya inutil, recordó. Mi familia, el viento en la cara, la imagen de ella; la felicidad al correr junto a todo aquello. Sentí que jamás volvería a tenerlo. Ahora estaba atrapado entre sus brazos cubiertos, los de una criatura extraña que me llamaba "caballo" mientras agitaba en sus manos una rama dolorosa y se reía vengador. Él, que me había hecho tenerle confianza, y luego me había engañado. Ese animal: El hombre.

viernes, 16 de julio de 2010

Lloro, muero; y no quiero.

Soy feliz, desde que te conozco, desde que te tengo.
Pero cuando me habla de él; lloro, Muero.
No soporto el hecho de nunca haberlo tenido, de que sea solo un sueño reprimido;
De haberlo entregado como si no fuera nada, como si no me importara.
No lo amo, no valora.
Pero cuando me dice lo mucho que lo quiere: lloro, Muero.
Odio saber que no hay nada.
Odio escuchar hablar de él,
De que diga lo amo y no pueda olvidarlo.
En el fondo, en el hueco que dejó, sigue vibrando su amor.
No quiero. Ahora te amo a vos.
Pero, cuando me habla de él; lloro, Muero.

INvadido

- La nada se acerca.
- ¿La nada?
- La nada, arrasará con todo.
- ¿Que es todo?
- Todo lo que ves; nosotros y lo que tenemos.
- ¿Nosotros lo tenemos todo?
- Sí -dudó- Nosotros tenemos todo y la nada se lo llevará.
- Y si nosotros tenemos todo...
- ¿Que? Ella nos arrastrará con todo lo demás.
- Pero, el todo puede derrotar a la nada, tenemos todo para impedir que nos lo saque, y sin embargo... ¿Que estas haciendo por esto?
- N...nada.

jueves, 15 de julio de 2010

Soy YO


No me gusta pronunciar más de una vez la palabra yo en una oración, si yo digo "yo", y despues vuelvo a decir "yo", creo que sería estar utilizando una palabra en exeso, y cuando yo (o ustedes) pronuncio demaciado la palabra yo, termina siendo el centro de todo lo que yo diga, y no hay forma de evitarlo, yo creo que llama la atención. Además no es igual que pronunciar "vos" o "él", porque hablas de alguien mas, en cambio cuando pronuncias "yo" es totalmente distinto y hasta insoportable. Por eso es que yo no uso mucho la palabra "yo" .
Entonces sin pronunciarme mucho, yo quiero decirles algo de mi.
Creo en dios? No.
Creo en que el mundo es redondo? Tampoco.