Nunca me gustaron las mentiras, siempre me fascinó la verdad. No sé si es porque jamás nadie me la dijo, y la quiero averiguar. Pero siempre termino cayendo en manos de lo falso. Por menos que quiera, sin darme cuenta hasta yo me engaño.
Tal vez no soy yo la que lo hago mal, y es que no hay tal verdad. Pero eso es solo lo que quiero pensar, al no poderla encontrar.
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