viernes, 25 de noviembre de 2011

El alguien

"Y es esa parte de mi la que odio, porque yo soy un poco de ese alguien."
  Se me fue a la mierda la escritura, la dramatización, el amor, y cualquier cosa buena en el mundo excepto él (tal vez pueda recuperar un poco de algo a medida que escriba, hace tanto que no tengo por qué hacerlo). 
Y ya estaba avisada de esa entrada, pero la leí hace dos, tal vez tres minutos. He aquí mi respuesta y justificación (que en realidad no solo te contesto a vos, si no, aclaro, a otra gente además, incluso a quienes no leen éste blog, aklsdjfhmare):
  Me molesta, me indigna que me piensen así. Que le crean más "al señor" que a mi, siendo mis amigos, y no suyos. Y en tu caso, tengo al parecer que explicar la situación para aclarar que no pasó nada y que me creas aunque pienses haberlo visto claramente. Para acortarlo podría decir que vino a hablarme como un drogadicto necesitado y a decirme cosas que no pienso repetir, a las cuales yo le respondí negativamente, pero las dos lo conocemos, y a él no le gusta entender lo que no es como quiere. No, no hice nada, por lo que no pudiste verlo, solo confundirlo.
  Lo que pasa conmigo es que siempre que salta algo en mi contra, se repite y no me deja respirar, hasta que no queda más opción que dejarme ser odiada. Es como si alguien en algún lado pensara "Ahora quiero que estos la odien a esa otra", y aunque trate de impedirlo, ese alguien no se rinde hasta lograr su objetivo, sean cuantas sean las veces que tenga que intervenir. 
  Ahora me rindo. ME RINDO. Odiame, ya no puedo más. Porque al fin y al cabo, es mi culpa y no de otro. Ya no cuenta pedir perdón (nunca contó), lo hice una vez, y además de que no sirvió de mucho, y que después volví a cagarla (como si fuera culpa del alguien), ahora me odiás más que antes. JAJAJA.
Y queridas otras personas que piensan cosas erróneas que a dicho un alguien, es mentira, y las dijo porque es un avaro y extraña manejarme cuando se le da la gana.
  Espero que a ninguna puta persona se le ocurra seguir jodiéndome con esas pelotudeces, porque ya estoy superharta y puedo odiar a cualquiera (por lo menos esta semana, y no, no me vino). 
Y amo a Gastón e intento convencerme de que él también lo hace, aunque sea un milímetro de universo. Así que chau, chau Mare, chau Dulce, y chau Lucas.

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